Aplícalos y reduce emisiones de gases contaminantes, consumo de combustible o generación de residuos
A estas alturas, todos/as tenemos claro que cuando conducimos un automóvil, queramos o no, contribuimos a la contaminación. Bien sea por las emisiones de gases contaminantes, por el consumo de combustible o por los residuos que generamos, lo cierto es que el aire que respiramos, nuestras ciudades y nuestra salud física y mental se resienten. El estilo de vida que la sociedad capitalista ha fomentado durante el último siglo y a la que no nos ha costado acostumbrarnos, debido a su comodidad, es complicado de dejar de lado. Sin embargo, existen una serie de acciones que podemos realizar en nuestro día a día para que nuestra conducción sea más eficiente y sostenible. ¡Prueba a ponerlas en práctica!
Conducción eficiente
- Puesta a punto del vehículo. Si realizamos las revisiones periódicas pertinentes, evitaremos sustos y, además, nos aseguraremos que ningún elemento dificulta una conducción eficiente.
- Velocidad uniforme. Es importante evitar acelerones (especialmente en punto muerto) que emanan gases contaminantes y moderar la velocidad. Se recomienda mantener, en la medida de lo posible, una velocidad constante.
- Apagar el motor. Cuando no sea necesario que el coche esté en marcha o se realice una para medianamente larga, apaga el motor.
- Planifica tus viajes. Estudia los diferentes posibles itinerarios o rutas para evitar el tráfico en horas punta, carreteras cortadas o en obras o desorientaciones. Ahorrarás tiempo… y combustible.
- Comparte. Evitar que circulen vehículos ocupados únicamente por una persona nos permite reducir las emisiones contaminantes. Y es que según la CE, cada litro de combustible que consume el coche, supone unos 2,5 kilos de CO2 emitidos a la atmósfera.
- Marchas adecuadas. Puede parecer de Perogrullo, pero lo ideal es que arranques en primera y vayas avanzando progresivamente, sin revolucionar en exceso el motor de tu vehículo. Las marchas más largas y, como hemos comentado anteriormente, a velocidad uniforme favorecen la eficiencia en la conducción.
- Control en el peso. Evita el exceso de carga innecesaria. Por cada 100 kilos de peso extra en el vehículo, se incrementa el gasto de combustible un 5%, nada menos.
- Presión de los neumáticos. Como te aconsejamos en este artículo, es importante que revises tus neumáticos para evitar sustos. Pero, además, debes saber que el 3% del consumo de combustible depende de la presión que lleven.
- Uso responsable del aire acondicionado. Cuando lo encendemos, el aire acondicionado gasta un 20% más de combustible.
- Bajar las ventanillas. Una alternativa podría ser bajar las ventanillas. Pero recuerda que reduces la aerodinámica del coche y esto puede aumentar el gasto en combustible hasta en un 5% a velocidades altas.