Esta noche se elige al futuro (o futura) presidente de Estados Unidos. Aunque hasta enero de 2017 no tomaría posesión de su cargo. Mientras tanto, Barack Obama apura sus últimos meses de mandato en el Despacho Oval y trata de fijar algunas líneas de actuación que su sucesor decidirá si implementará o no durante su presidencia. Una de esas ideas que propone en su etapa final la Administración Obama es la de crear una red de cargadores para coches eléctricos en las carreteras del país.
Con la intención de favorecer la adaptación de los estadounidenses por unos vehículos más limpios y verdes, la Casa Blanca quiere montar una infraestructura similar a la existente de gasolineras, pero pensadas para que los coches eléctricos puedan recorrer grandes distancias sin el miedo a quedarse sin batería en mitad de la nada. El plan recoge un punto de recarga cada 50 millas (unos 80 kilómetros) repartidos en dos rutas principales: de norte a sur y de este a oeste. Con ello conseguirán cubrir un total de más de 40 000 kilómetros con los 48 corredores o líneas que pasarán por 35 estados, el 70% del país (incluido Hawai y Alaska).
Este despliegue de medios lo llevarán a cabo con la ayuda del sector privado. De hecho, es conocido que Tesla ha instalado numerosos supercargadores para sus vehículos. Con una parada de 20 minutos en una de estas estaciones, se puede conseguir una carga para 250 kilómetros. Por ahora solo está disponible para los coches de la marca estadounidense, pero no descartan abrirlo a otros vehículos. En España hay unos pocos, situados casi todos en el corredor mediterráneo, pero los planes de la compañía pasan por vertebrar la península.
Según datos de Electromaps.com, en España existen más de 25 500 puntos de recarga para vehículos eléctricos, aunque el problema es que la mayoría de ellos se encuentran en núcleos urbanos y es complicado realizar un viaje largo a través del país con un coche de este tipo. Aunque hay que decir que solo un 0,28% del parque movil nacional es eléctrico o híbrido, alrededor de 750 000 vehículos matriculados. Todavía no tiene una importancia suficiente como para acometer una obra de las magnitudes en las que se ha metido el gobierno estadounidense.
El de las estaciones de servicio es un modelo de crecimiento complementario al mercado automovilístico. A principios del siglo pasado, con las ventas de coches en Estados Unidos desde la fábrica de Henry Ford, se vieron en la necesidad de crear puntos de repostaje para poder realizar largos viajes. Estamos en un punto similar, pero con el coche eléctrico. Por poner un ejemplo, el BMW i3 renovado promete unos 300 kilómetros de autonomía, insuficiente para un trayecto Madrid-Valencia. De ahí debería de surgir la necesidad de puntos de recarga.
Si eres poseedor de un vehículo 100% eléctrico, apunta los lugares donde puedes recargar lejos de tus puntos habituales. ¿Creéis que se llegará a ver un despliegue en España como el planeado por Obama?